Al igual que el resto de nuestro cuerpo los dientes envejecen. Comienzan a hacerlo a partir de los veinticinco años. La dentina, formada por millones de microtúbulos dentinarios se oxida y ese color amarillento o marrón oscuro lo refleja el esmalte como un cristal. Este proceso de envejecimiento es más rápido si no realizamos una correcta higiene dental y si abusamos de determinados alimentos como el café, el té, el vino, el tabaco o la coca cola. Existen otras muchas razones por las que se pueden manchar los dientes, como por ejemplo, medicaciones a base de tetraciclinas que, en edades tempranas, provocan que la dentina adquiera un tono violáceo muy antiestético y que sólo se podrá atenuar mediante el blanqueamiento dental.